Menta
Mentha.
Se usa para la fatiga (cansancio general), atonía digestiva, indigestiones, gastralgias, aerofagia, espasmos gástricos y cólicos, flatulencia, diarreas, cólera, intoxicaciones de origen gastrointestinal, aliento fétido, afecciones hepáticas, vómitos nerviosos, palpitaciones y vértigos, migrañas, temblores, parálisis, reglas insuficientes o dolorosas, impotencia, asma, bronquitis crónica, tuberculosis, parálisis intestinal, Sarna, asma, bronquitis, sinusitis, migrañas, neuralgias dentales, ahuyenta los mosquitos.
Procede de Asia central y del Mediterráneo.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Se le reconoce principalmente aceite esencial, compuesto principalmente por mentol, mentona, acetato de metilo, felandreno, limoneno, pineno, pulegona, sabineno, esteres del mentol, taninos, flavonoides como apigenol, luteolo, mentosido, rutina, etc., triterpenos: ácido ursólico, ácido oleanílico. Principios amargos, ácidos fenólicos, ácidos rosmarínicos, colina.
PROPIEDADES
planta también conocida con el nombre de hierbabuena, están relacionadas en gran medida, con los principios activos que contiene, entre los que se destaca el mentol. El mentol es un alcohol que se encuentra presente entre los componentes de los aceites escenciales de la planta de menta.
Estos aceites poseen propiedades antisépticas, analgésicas y antiinflamatorias. Además, el mentol es un excelente antiespasmódico y carminativo que ofrece un agradable efecto refrescante, a la par de estimulante.
La planta de menta o hierbabuena es una de las más apreciadas entre las hierbas curativas, tanto por sus propiedades aromáticas como medicinales. Entre estas últimas, se destaca como el descongestivo de elección, en forma de infusiones, pastillas o inhalaciones.
Insustituíble a la hora de combatir el mal aliento bucal, la menta nos acompaña durante todo el día. Excelente como digestivo, después de las comidas o como sedante suave antes de ir a dormir, un té de menta siempre constituye una buena opción.